No soy muy afecto a la historia como pretenden verla muchos investigadores y acepto el dicho de que la historia pertenece a los vencedores y aun los escritores más veraces, hacen uso de otros recursos llevados a cabo en su inteligencia y en su percepción personal para componerla, por eso miro mis escritos, no como históricos sino basados más bien en las emociones de sus personajes que son tan humanos como los que nos rodean y sus emociones parecen tener el mismo origen. Los personajes de mi libro siguen este patrón, pero en estas páginas en las que me dedicare a plantear preguntas que respondan a mis inquietudes nacidas de mi intuición, me olvidare de mi fantasía porque tampoco es mi intención promocionar mi novela aunque mis paginas continúen sincronizadas en dos universos, el primero, en una historia supuestamente basada en un tiempo y un espacio real, creado en nuestra conciencia personal que tiene muchas cosas en común con la conciencia colectiva que nos nutre, motivo por el que pediré de ustedes, sus opiniones y percepciones al respecto.. La otra, es una historia sin tiempo ni espacio, donde no existen restricciones o condiciones y por lo tanto, nuestras emociones no han sido etiquetadas por nuestra mente inteligente solo la fuerza del amor que nos permite crear realidades distintas. Tengo atiborrada mi computadora con páginas de este libro, pero he retirado las que había estado mostrando en el Internet, por lo que estoy omitiendo apropósito, la trama de mi novela.
Los motivos de Constantino, más que satisfacer el deseo de su madre de reconstruir los lugares considerados sagrados en tierra santa, fueron sin lugar a dudas, sus propios deseos de satisfacer sus dudas acerca del personaje estelar del cristianismo que es representado por Jesús. No era secreto para muchos, en especial para sus más cercanos colaboradores, saber que un año antes de su visión relatada por Eusebio, Constantino había tenido un sueño similar, pero en vez de Jesús, había visto al dios Apolo, el sol invicto, al cual rendía pleitesía, y fue él, quien se le apareció, guiando su carruaje. Por eso, no se extrañaron como lo hizo el resto de sus tropas y de una sorprendida población romana, verlo desfilar con una cruz y un lábaro tan diferente al utilizado por las legiones del Imperio, colocados al frente de sus tropas, sobre un hermoso carruaje. Pero quienes podrían ser estos cercanos colaboradores a quien Constantino confiara esta importante misión, desgraciadamente los historiadores no suelen dar importancia a estos personajes sin los cuales, los hechos narrados por ellos, jamás se hubieran dado; sucede algo similar en el mundo musical, la gente recuerda las canciones en los artistas que las interpretan, pero el crédito a los compositores o a los arreglistas, es muchas veces ignorado por los que comercian con este mercado, sin considerar que sin estos, las canciones jamás se habrían popularizado. En mis investigaciones de hechos o personajes históricos, yo mismo me he encontrado con muchas versiones que parecen diferir totalmente. Esto debió haber sucedido con Jesús y sus discípulos, en el que muchos personajes secundarios fueron ignorados y esta debió haber sido la principal causa de tantos evangelios apócrifos, que parecen haber sido recogidos no solo de los personajes principales sino también de muchos secundarios a los que el escritor agrego una buena dosis de su percepción personal y esa fue la gran preocupación de la Iglesia Ortodoxa, para llevar a cabo la canonización de los Evangelios y de los libros sagrados anteriores a ellos, ejemplo que siguieron los Judíos al canonizar sus libros años después de los estudios y trabajos llevados a cabo en ellos por Orígenes y Eusebio. de otra manera, canonizar unos escritos, no hubiera tenido ningún objeto y la prueba está, de que nunca había habido la canonización de otros escritos en culturas más antiguas, con valores y teología diferentes, Por eso continuando con esta historia, pienso que lo más probable, es que los emisarios de Constantino, hayan sido amigos suyos de largo tiempo y que hubieron haber demostrado además, su lealtad y valor cuando combatieron a su lado. Esta historia se lleva a cabo en un periodo relativo de paz, aunque se hablaba de problemas al norte de África y de otras regiones en palestina, donde los grupos Ortodoxos habían estado teniendo serios problemas entre si y con algunos oros grupos seguidores de Arrio y de otras corrientes que se autocalificaban también de cristianos y que por tal motivo, Constantino estuviera pensando en una represalia militar contra ellosPor otra parte, si Constantino y sus principales emisarios, no eran cristianos, con excepción del Obispo Osius, ¿Cómo es que sabrían buscar de indicios y reliquias si jamás habían estado interesados en el cristianismo como religión?. bueno, la participación del Obispo Osius, parece ser la respuesta. Una vez integrado el grupo donde se reclutaron oficiales con conocimientos en algunas aéreas de interés para la investigación, deducimos que debía de haber habido, oficiales familiarizados con la región, inclusive que hablaran con fluidez las lenguas de esos lugares, tuvieran conocimientos de espionaje militar y estuvieran familiarizados con el pensamiento gnóstico de los grupos del área marcada y algo de cristianismo, cuidando de que no fueran cristiano, cuya religión pudiera interferir con los planes secretos de la misión. Sin embargo, esta fuerza no era suficiente, pues nunca podrían penetrar en secretos de algunos grupos, entre ellos el mismo cristianismo ortodoxo sin la ayuda de alguna de sus principales cabezas y esto me lleva a imaginar que el Obispo Osius, no vacilo en enviar a estos emisarios a Cesárea Marítima, donde el obispo Eusebio, figura predominante del pensamiento cristiano ortodoxo de su tiempo, había logrado establecer una biblioteca y reunido una gran cantidad de información que estaba analizando para la realización de su obra "Historia del cristianismo" así como la revisión de textos sagrados siguiendo los pasos de su maestro, Orígenes, y que además, porque era la persona que tenía más influencia en toda la jerarquía ortodoxa de la región y el que gozaba de mayor apreciación entre estos grupos, que ni el mismo Obispo Osius tenia, con todo y que éste fuera el encargado de repartir las grandes sumas de dinero a la Iglesia Ortodoxa que Constantino enviaba a esa zona para la reconstrucción de sus templos. Las entrevistas con el Obispo Eusebio, son parte de mi imaginación, pero debo suponer que una vez intuida la parte secreta que este grupo tenía en sus miras, gracias a su sobresaliente mente, pudo incrustar en las fuerzas militares, algunos de sus más distinguidos discípulos, cuyos conocimientos de la historia, la religión, la arqueología, la arquitectura y las lenguas sagradas, iban a ser de gran beneficio para esta expedición, en el descubrimiento de lugares y objetos de los tiempos de Jesús, claro que su interés también estaba, en poseer o conocer de los artículos, información o libros que se lograran obtener en esta misión. Eusebio les debió de haber proporcionado una lista de Obispos ortodoxos de esta área, con las debidas recomendaciones para cooperar con este grupo, además de que podrían obtener información de grupos disidentes, así como de sus cabecillas y lugares de reunión. Por estrategia y premura del tiempo, ya que el emperador Constantino querría ver resultados en un año, antes de la celebración del concilio convocado en Nicea, después de cual su madre, Helena de Constantinopla, emprendería un viaje a tierra Santa, para le edificación de Iglesias que contuvieran estos sitios y fueran honrados debidamente. Hasta ahora, sigo pensando que el interés de Constantino, no era su conversión como cristiano, ni tan siquiera, como se dice, su interés por unificar su imperio, a través de una religión dominante de su tiempo que si bien se decía cristiana, la ortodoxa no era la más fuerte, ya que la compuesta por las corrientes de Arrio y las influenciadas del pensamiento gnóstico proveniente de Alejandría conformaban la mayoria, además en el paganismo, la tolerancia a otros dioses, había ayudado a mantener la paz en el glorioso pasado del Imperio Romano, que siguiendo el ejemplo de Alejandro Magno, no había impuesto una religión a los pueblos dominados, solo que Roma, había cometido el error de imponer el culto al Emperador y esto había causado algunos choques sin importancia, con algunos grupos, principalmente los cristianos y judíos, que mantenían su creencia en un solo dios, porque al paganismo, en realidad no le importaba un dios mas. Por eso pienso, que el verdadero interés de Constantino, radicaba en su propia superstición, al haber escuchado de catecúmenos, de conversos como su madre Helena y de su catequista, el Obispo Osius, de que Jesús vino a establecer un "Reino eterno, lleno de paz" y esto es lo que él realmente aspiraba a darle a su Imperio, un reino en Cristo, que perdurara por los siglos. Esta estrategia, a contribuido en gran forma en el establecimiento de la democracia, que gracias a su tolerancia religiosa, ha sabido imponer este sistema en el mundo. Otra cosa que me gustaria señalar, es que contrario a lo que se piensa, no son las aldeas y las villas donde se generan las nuevas religiones, pues sus habitantes son más celosos de sus tradiciones y creencias, por lo que los verdaderos cambios en la aceptación de nuevas ideas y religiones, siempre se ha dado en las ciudades y los grandes centros de población, y las ciudades del Imperio, así como las ciudades de nuestra época moderna, no fueron la excepción, por lo que me imagino, que tanto Constantino, como sus principales oficiales, tuvieron que aceptar que sus madres y esposas iniciaran una campaña de catequización entre sus hijos y todos sus sirvientes en sus propios palacios y villas.
Acompáñenme en esta historia, donde haciendo a un lado la fantasía de mis personajes, tratare de sujetar mis paginas a los cuestionamientos y deducciones de mi mente inmersa en el simbolismo y una Fe guiada por unos ojos en que el Amor es la principal luz que ilumina mi lámpara en esta búsqueda anterior a los Templarios y a los Guardianes Del Grial.
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