Tuesday, November 29, 2011

Herodes Antipas


Herodes Antipas 
Herodes Antipas. Hijo de Herodes el Grande y Maltace (una samaritana). Fue criado en Roma junto con su hermano Arquelao. En el testamento de Herodes se había nombrado a Antipas para recibir el trono. Sin embargo, al final Herodes cambió el testamento y nombró a Arquelao. Antipas impugnó el testamento delante de César Augusto, quien apoyó el derecho de Arquelao, pero dividió el reino, y dio a Antipas la tetrarquía de Galilea y Perea. El término “tetrarca”, que significa “gobernante sobre una cuarta parte” de una provincia, se aplicaba a un gobernante de un distrito menor o a un príncipe territorial. No obstante, puede que a nivel popular se le haya llamado rey, como a Arquelao. (Mt 14:9; Mr 6:14, 22, 25-27.)
Antipas se casó con la hija de Aretas, rey de Arabia, cuya capital estaba en Petra. En uno de sus viajes a Roma, Antipas visitó a su hermanastro Filipo, el hijo de Herodes el Grande y Mariamne II (no Filipo el tetrarca). En el transcurso de esta visita se enamoró de Herodías, la esposa de Filipo, mujer ávida de poder. Antipas se la llevó a Galilea y se casó con ella; asimismo, se divorció de la hija de Aretas y la envió de regreso a su casa. Esta acción insultante provocó una guerra: Aretas invadió los dominios de Herodes Antipas y le infligió tremendas pérdidas, casi hasta el punto de derrocarlo. A Antipas lo salvó una petición hecha a Roma, que resultó en una orden del emperador para que Aretas detuviese la guerra.
Antipas se granjeó el favor del sucesor de Augusto: Tiberio César. Siendo constructor como su padre, aunque en una escala mucho menor, levantó una ciudad en el lago Genesaret (el mar de Galilea o Tiberíades) y la llamó Tiberíades, según el nombre del emperador. (Jn 6:1, 23.) A otra ciudad, Julias, la llamó así en honor de Julia (más conocida por Livia), la esposa de Augusto. También construyó fortalezas, palacios y teatros.

Mata a Juan el Bautista.

Juan el Bautista censuró la relación adulterina de Herodes Antipas con Herodías. Podía corregir a Antipas acerca de este asunto porque el monarca era judío nominal y profesaba seguir la Ley. Antipas encerró a Juan en prisión con el deseo de matarle, pero tenía miedo del pueblo, ya que creía que Juan era profeta. Sin embargo, cuando Antipas celebraba su cumpleaños, la hija de Herodías le agradó tanto que juró darle todo lo que solicitase. Herodías le dijo a su hija que pidiera la cabeza de Juan. Aunque esto no complacía a Herodes, cobardemente condescendió para quedar bien delante de los que asistían a la celebración y debido a su juramento (aunque bajo la Ley un juramento no le obligaba a realizar un acto ilegal, como el asesinato). (Mt 14:3-12; Mr 6:17-29.)
Tiempo después, Antipas quedó aterrorizado cuando oyó del ministerio de Jesús (de su predicación, de que hacía curaciones y expulsaba demonios), temiendo que fuese en realidad Juan que había sido levantado de entre los muertos. A partir de entonces tuvo gran interés en ver a Jesús, no para oír su predicación, sino debido a que no estaba seguro de su identidad. (Mt 14:1, 2; Mr 6:14-16; Lu 9:7-9.)
En una ocasión, los fariseos le dijeron a Jesús, tal vez mientras cruzaba Perea camino de Jerusalén: “Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte”. Puede que Herodes iniciase este rumor, confiando en que, por temor, Jesús huiría de su territorio, pues quizás no se atreviera a alzar su mano de nuevo contra un profeta de Dios. Jesús, en respuesta, y aludiendo al parecer a la astucia de Herodes, le llamó “esa zorra”. (Lu 13:31-33.)

“La levadura de Herodes.”

Durante la gobernación de Herodes Antipas, Jesús advirtió a sus seguidores: “Mantengan los ojos abiertos, cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”. (Mr 8:15.) Estas dos sectas, los fariseos y los herodianos, o partidarios de Herodes, se opusieron a Jesucristo y sus enseñanzas, y aunque estaban enemistadas entre sí, tenían a Cristo como enemigo común y lo combatían conjuntamente. Los herodianos eran más políticos que religiosos; se ha dicho que alegaban seguir la Ley, pero opinaban que era lícito que los judíos reconocieran a un príncipe extranjero (pues los Herodes no eran verdaderos judíos, sino idumeos). Eran muy nacionalistas y no querían ni un gobierno teocrático bajo reyes judíos ni el gobierno romano, sino la restauración del reino nacional bajo uno de los hijos de Herodes.
Un ejemplo que puso de manifiesto su “levadura” nacionalista fue la pregunta capciosa que le hicieron a Jesús junto con los fariseos para entramparlo: “¿Es lícito pagar la capitación a César, o no? ¿Debemos pagar, o no debemos pagar?”. (Mr 12:13-15.) Jesús los llamó “hipócritas” y mostró que estaba al tanto de su “levadura”, pues su respuesta los desarmó y no pudieron ni acusarle de sedición ni levantar al pueblo contra él. (Mt 22:15-22.)

Se burla de Jesús.

Su último día de vida humana, Jesús fue llevado delante de Poncio Pilato, y cuando este supo que era galileo, lo envió a Herodes Antipas —el gobernante de distrito (tetrarca) de Galilea, que entonces estaba en Jerusalén—, ya que Pilato había tenido dificultades con los galileos. (Lu 13:1; 23:1-7.) Cuando Herodes vio a Jesús, se regocijó, no porque estuviese interesado en su bienestar o porque desease hacer un intento sincero por ver si eran verdad o no los cargos que los sacerdotes y los escribas presentaban en contra de él, sino porque quería ver a Jesús ejecutar alguna señal. Jesús rehusó hacerlo y permaneció en silencio cuando Herodes le interrogó “con muchas palabras”. Sabía que su comparecencia delante de Herodes se le había impuesto solo en son de burla. Decepcionado con Jesús, Herodes le desacreditó y se burló de él, vistiéndole con una prenda vistosa, y luego lo envió de regreso a Pilato, que era la autoridad superior en lo que concernía a Roma. Posiblemente debido a ciertas acusaciones que Herodes había levantado en contra de Pilato, ambos estaban enemistados, pero este gesto de Pilato le agradó a Herodes y se hicieron amigos. (Lu 23:8-12.)
Tras la liberación de Pedro y Juan, poco después del Pentecostés de 33 E.C., los discípulos dijeron en oración a Dios: “Tanto Herodes [Antipas] como Poncio Pilato con hombres de naciones y con pueblos de Israel realmente fueron reunidos en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús [...]. Y ahora, Jehová, da atención a sus amenazas, y concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo”. (Hechos 4:23, 27-29.)
En Hechos 13:1 se hace referencia a un cristiano, Manaén, que había sido educado con Herodes el gobernante de distrito. Puesto que este último se crió en Roma con cierto ciudadano, la declaración bíblica puede indicar que Manaén recibió su educación en dicha ciudad.

Desterrado a la Galia.

Cuando Cayo César (Calígula) nombró a Agripa I rey de la tetrarquía de Filipo, Herodías, la esposa de Antipas, se lo reprochó a su esposo, diciéndole que si no recibía rango real se debía tan solo a su indolencia. Razonó que como ya era un tetrarca, mientras que Agripa no había tenido ningún puesto en absoluto, debería ir a Roma y solicitarle a César la dignidad real. Antipas acabó cediendo a la insistente presión de su esposa. Pero a Calígula le irritó la ambiciosa solicitud de Antipas, y haciendo caso de las acusaciones de Agripa, lo desterró a la Galia (a la ciudad de Lyon, Francia). Antipas finalmente murió en España. Aunque Herodías podía haberse librado del castigo por ser hermana de Agripa, no quiso abandonar a su esposo, quizás debido a su orgullo. A Agripa I se le entregó la tetrarquía de Antipas y, después de su exilio, su dinero, así como el patrimonio de Herodías. De modo que Herodías fue responsable de las dos grandes calamidades de Antipas: su virtual derrota ante el rey Aretas y su exilio. (Biblia Dinámica)

Herod Antipas
Antipas was a son of Herod the Great, after whose death he became ruler of Galilee. He married the daughter of Aretas, King of Arabia, but later lived with Herodias, the wife of his own half-brother Philip. This union with Herodias is mentioned and blamed by Josephus (Ant., XVIII, v) as well as in the New Testament, and brought Antipas to ruin. It involved him in a war with Aretas in which he lost his army, a calamity that Josephus regarded "as a punishment for what he did against John that was called the Baptist; for Herod slew him, who was a good man, and commanded the Jews to exercise virtue, both as to righteousness towards one another, and piety towards God, and so to come to baptism" (Ant., XVIII, v, 2). The N. T. gives the reason why Herodias sought John's head. As she had married Herod Philip — not the tetrarch of the same name — who lived as a private citizen at Rome, by whom she had a daughter, Salome, she acted against the law in leaving him to marry Antipas. John rebuked Antipas for the adulterous union, and Herodias took vengeance (Matthew 14:3-12; Mark 6:17-29). Josephus does not say that John's death was caused by the hatred of Herodias, but rather by the jealousy of Herod on account of John's great influence over the people. He was sent to the frowning fortress of Machærus on the mountains east of the Dead Sea, and there put to death (Jos., "Ant.", XVIII, v, 2). Grätz (Gesch. d. Jud., III, xi, 221 — Hist. (Eng.), II, 147) as in other instances thinks the gospel story a legend; but Schürer admits that both Josephus and the evangelists may be right, since there is no contradiction in the accounts (Hist. of the Jewish People, etc., Div. I, V, ii, 25). The most celebrated city built by Antipas was Tiberias on the western shore of the Sea of Galilee. He named it after his friend the Emperor Tiberius, and made it the capital of the tetrarchy. The city gave its name to the sea, and yet stands; it was for a long time a great school and centre of Jewish learning. It was before this Herod that Our Lord appeared and was mocked (Luke 23:7-13). Antipas had come to Jerusalem for the Pasch, and he is named with Pilate as a persecutor of Christ (Acts 4:27). The enmities that existed between him and Pilate were caused by Pilate's having put to death some Galileans, who belonged to Herod's jurisdiction (Luke 13:1); a reconciliation was effected as related in Luke 23:12. When Herodias saw how well her brother Agrippa had fared at Rome, whence he returned a king, she urged Antipas to go to Cæsar and obtain the royal title, for he was not king, but only tetrarch of Galilee — the New Testament however sometimes calls him king (Matthew 14:9; Mark 6:14), and Josephus likewise so styles Archelaus (Ant., XVIII, iv, 3), though he was never king, but only ethnarch. Contrary to his better judgment he went, and soon learned that Agrippa by messengers had accused him before Caligula of conspiracy against the Romans. The emperor banished him to Lyons, Gaul (France), A.D. 39, and Herodias accompanied him (Jos., "Ant.", XVIII, vii, 2). Josephus (Bel. Jud., II, ix, 6) says: "So Herod died in Spain whither his wife had followed him". The year of his death is not known. To reconcile the two statements of Josephus about the place of exile and death, see Smith, "Dict. of the Bible", s.v. "Herodias" (note). (New Advent)

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